28 de octubre de 2011

En mi mente.

Es uno de esos días, en los que la nostalgia puede conmigo. De tal manera, que no consigo olvidarte. Ha pasado medio mes desde que te vi, desde que me despedí de ti para que te fueras a ese lugar tan alejado de mi. Me siento egoísta ahora mismo por haberte mostrado aquella sonrisa de ''adelante'', cuando en realidad, por dentro estaba llorando y deseando que te quedaras a mi lado. Realmente, me has hecho demasiado daño con esas mentiras, pero... son ocho años, demasiado tiempo y sé, que no mentías aposta, porque siempre me abrazabas pidiéndome perdón, casi llorando.
Tanto tiempo... que aún recuerdo cuando te conocí, un niño inocente, que se hacía el espavilado pero se le intimidaba fácilmente. Creciste demasiado rápido, cuando me sobrepasaras, me pedirías salir. Muy despacio, te acerecaste a mi, cogiéndome en brazos, me dejaste sorprendida totalmente. Tus ojos, demasiado sinceros, me contaban lo que deseabas, mi mirada te correspondió, aunque negué lo evidente que sentía.
Los meses se arremolinaban en el calendario, haciéndome ver que cada día que pasaba, te quería más. No podía evitar pensar, que fui idiota al negarte aquello... sí, ahora me arrepiento, pero no puedo volver al pasado.
Esos recuerdos, que son páginas en mi mente, me hacen ver, que me lo pasaba muy bien contigo. Empezamos a beber, inconscientes de nosotros, dos jarras de cerveza y acabábamos totalmente ebrios. Que nuestras familias no nos descubrieran, nos bañábamos juntos, me acurrucaba junto a ti, totalmente enamorada... aprovechaba esos momentos para tocar tu piel, perfectamente desnuda. Me encantaba jugar con tu pelo, tan suave, tan despeinado. Me siento mareada, pero esa sensación me gusta, no sé porqué, será que me hace pensar en ti.
Esos días en los que me cogías en brazos, me llevabas al hombro con demasiada facilidad. Me agarraba a tu cuello, acariciándolo y sonriendo. Ese aroma tan nostálgico, me recorre el cuerpo provocándome un escalofrío.
No puedo evitar pensar que quizá... me equivoqué en mi decisión, pero yo también quiero que te olvides de mí. Por eso, me voy a martirizar sola y no pensaré tanto en ti, como he hecho ahora. Porque tu recuerdo, me duele demasiado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario