16 de febrero de 2012

Que no duela tanto.

     Gracias . . .

Por no hacerme sentir perdida.
Por enfadarte conmigo cuando la situación lo requiere, evitando que piense de una manera completamente estúpida, opuesta a la realidad.
Por escucharme cuando los problemas me rodean y no juzgarme por ellos.
Por dejarme llorar y luego sonreir tranquila.
Por no odiarme.
Por permanecer a mi lado cuando lo he necesitado.
Por hacerme pasar los días pensando en ti, resultando la situación más cómoda para mi mente.
Por no desaparecer de mi lado a pesar de la distancia.
Por no odiarme.
Por no olvidarme.
Por tu simple presencia.
Por esa mirada profunda que me cautivó desde el primer día.
Por quererme.



Always . . .

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