5 de junio de 2011

¿Qué más puedo decir?




Era cuanto anhelaba, sus ojos, sus labios, su sonrisa... y, ¿qué pasó? Ni yo misma lo sé, tal vez sea porque la edad no impide hacer cosas estúpidas a los jóvenes de hoy en día, quizás sea porque la razón fue perdida con el paso del tiempo, almacenada en cajas de cartón y se escribió con rotulador negro en una esquina ''olvídame''.
Las apariencias cambian, de eso estamos todos seguros, nadie lo discute. En esta sociedad lo que muchos hacen es tener una fachada, por dentro se mueren de dolor pero hay que saber aparentar, ¿verdad? Sino, la vida no tendría sentido para algunos. Y si les desnudáramos, ¿qué descubriríamos debajo? Nada. Es tan  obvio que me da pena escribirlo. Sus ''te quiero'' siempre escuchados pero nunca sentidos y, si lo han experimentado, que me lo digan y seré feliz, porque así no me taladraré día tras día los pensamientos llenos de recuerdos dolorosos que significaron aquellas palabras y esos abrazos.
Como siempre, me tocará jugar sola, una muñeca de trapo rota y sonriendo mientras me sujetan los labios con alfileres; ¿a quién le gusta ser así? Creo que a nadie, pero alguna vez nos habrá pasado o nos pasará.
A mí me gustaría que todo fuera como antes, pero no puede ser, se acabó y da lo mismo decir empiezo desde cero que acabo de empezar, porque no tiene significado alguno. Sinceramente, esperaba más... no soy alguien con un corazón roto, solo con el alma herida y los sentimientos destrozados. Ah, espera, igual sí tengo el corazón roto... ¿por tu culpa? No. Más bien es por mí, ser tan ilusa no lleva a ninguna parte, pero sigo en ese bucle infinito en el que me atrapaste y mis sentimientos no se borran como un número de teléfono en una agenda escrito a lápiz, o simplemente quemando la hoja. Claro que no, ¿acaso creías que era tan fácil? Igual para ti sí que lo sea. Y es que, de verdad que quiero un comienzo contigo.
Te quiero y duele, ¿qué más puedo decir?